Educar, no castigar

Educar  no es ni mucho menos una tarea sencilla, todos los padres queremos educar a nuestros hijos e hijas de la mejor manera posible pero, ¿alguna vez nos hemos planteado si lo estamos haciendo bien? 

Cada padre o madre y cada hijo o hija es un mundo, pero existen unos estilos parentales más o menos bien definidos: el hiperprotector, todo lo que nuestro hijo nos pide se lo "consentimos" por lo que los niños terminan creciendo débiles, el permisivo, es aquel padre que siempre busca negociar con sus hijos pero que el incumplimiento de las normas establecidas no supone ninguna consecuencia o castigo, pues rechaza los conflictos, el autoritario, la figura de padre que pide obediencia, el intermitente, no se tiene claro como educar, se pasa de la permisividad al autoritarismo y, el asertivo, el padre que crea afecto y a la vez pide disciplina, los límites se marcan con amabilidad pero se hacen respetar con firmeza. Cuando nos referimos a pone límites significa poner normas, afirma el terapeuta Jesper Juul. Estas normas deben estar adaptadas a la edad de los niños, además se deben negociar y señalar cuáles serán las consecuencias de su incumplimiento. Se trata de ser positivo, no permisivo (El Mundo, 2017). 

Desde nuestro punto de vista, lo ideal es un "mix" entre ser asertivo con nuestros hijos, pero no llegar a ser demasiado permisivo ni demasiado autoritario. Es necesario fijar unos límites para que nuestros hijos e hijas aprendan a ser responsables y a respetar las normas, pero no debemos olvidar las muestras de cariño, las palabras de agradecimiento o las felicitaciones, ya que el refuerzo positivo también es una forma de educar. Asimismo, es importante que los niños y niñas aprendan  a resolver por sí mismos las dificultades que se les puedan presentar y entender que equivocarse es humano, cuanto menos para los más pequeños. 

El objetivo no es castigar, sino enseñar. La mano dura interrumpe la conducta, la enseñanza ofrece capacidades para toda la vida (El Mundo, 2017).


(Degtwiz, 2017)


En Ally sabemos que todo esto no es tan fácil como parece y que en algunas ocasiones perdemos la paciencia con nuestros hijos ante situaciones tensas o conflictivas. Para ello hoy te dejamos algunos tips o consejos que te ayudarán a manejar esas situaciones (Degtwiz, 2017):

1)Cuenta hasta 10. Aunque parezca sencillo, cuando pasamos por momentos de estrés, impaciencia, agobio...lo mejor es tomarnos un tiempo para tomar decisiones correctas y no impulsivas.
2)Resta un poco de importancia a algunas cosas. Hay determinadas situaciones que no están a nuestro alcance, es difícil exigir todo a todos y más difícil todavía si tenemos más de un hijo o hija.
3)No todo es una transacción emocional. La mayoría de los padres nos tomamos los malos comportamientos, conflictos, travesuras, de nuestros hijos muy en lo personal. Es importante recordar que nuestros hijos no actúan en nuestra contra, ellos están en un proceso de aprendizaje y descubrimiento.
4)Preocúpate sólo por aquello que puedas cambiar. Para ser más paciente hay que reconocer que aunque haya cosas que nos preocupen no podemos cambiarlas aunque queramos. Emplear nuestro tiempo y esfuerzos en aquello que está a nuestro alcance.
5) Pide ayuda. A veces cuando nos encontramos perdidos es importante pedir ayuda a educadores o profesionales que nos puedan asesorar, por ejemplo, a través de nuestra Escuela de Padres.


Laura Cruz Díaz

-Degtwiz, M. V. (2017). Contar hasta 10...y otros tips para no perder la paciencia. Aleteia. Recuperado el 28 de Abril de: http://es.aleteia.org/2017/04/22/contar-hasta-10-y-otros-tips-para-no-perder-la-paciencia/

-Degtwiz, M. V. (2017). Contar hasta 10...y otros tips para no perder la paciencia. [Imagen]. Recuperado de: http://es.aleteia.org/2017/04/22/contar-hasta-10-y-otros-tips-para-no-perder-la-paciencia/

-Serrano, I. & Ramos, M. (19 de Abril de 2017). Educar  con mano dura no funciona. El Mundo. Recuperado de: http://www.elmundo.es/vida-sana/mente/2017/04/19/58ee1391ca4741313c8b460d.html



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